Hace pocos días nos internamos junto a 16 excursionistas en las inmensidades de Campos de Hielo Sur en la frontera entre Chile y Argentina, plena Patagonia. Fue una experiencia alucinante y extrema. En 7 días recorrimos más de 80 kilómetros por valles, rios, glaciares, el hielo y con un regalo que no contabamos: 2 días absolutamente despejados en pleno campo de hielo, algo inusual en un lugar donde las tormentas, el viento y mal clima son la norma.
La belleza única de la tercera masa de hielo continental más grande del mundo, los imponentes y emblemáticos cerros Fitz Roy y Torre, los gigantescos cordones montañosos y glaciares, los verdes valles y bosques patagónicos y el privilegio absoluto de experimentar una noche estrellada en medio de ese oceano blanco, nada que decir, simplente confirmar lo perfecta de nuestra naturaleza y lo agradecido que debemos estar de pertenecer a ella...
No hay comentarios:
Publicar un comentario